Después de dos semanas de aislamiento cibernético,
volvemos para contaros cómo se las gastan los indios de la provincia mas
norteña de la India. Jammu y Kachemira.
Este paseo de 19 horas ( que se trago el mismo conductor
suicida sin apenas descansar) es muy recomendable para los amantes del riesgo y
las emociones fuertes, pero poco recomendado para gente con problemas
relacionados con el corazón, la espalda, el vértigo o las hemorroides... Toda
una experiencia que te demuestra claramente que lo que no te mata, te hace más
fuerte.
Una vez que
nos bajamos de la atracción de feria con forma de minibus, miramos al
cielo,dimos gracias a todos los dioses hinduistas y besamos el suelo como si
acabáramos de desembarcar en la tierra prometida.
Un familia
ladaki nos esperaba sonriente en un pueblito llamado Shey. Allí dejamos las
mochilas y aprendimos la palabra más importante para la gente de Ladakh:
Julay!!!! Esta palabra que en nuestra lengua española suena un poco a insulto,
en ladaki puede significar hola, adiós, gracias, buenas noches, feliz
navidad,etc,etc...
Esa noche dormimos
como bebes y a la mañana siguiente nos dirigimos a la zona en la que durante
las 2 siguientes semanas se iba a celebrar el ritual de Kalachakra, una de las
iniciaciones budistas más avanzadas y complicadas, dirigida directamente por su
santidad el Dalai Lama.
Los tres
primeros días los monjes y el Dalai lama recitaron y compartieron mantras y
plegarias con todos los asistentes. Con los sentidos a flor de piel y la mente
con síntomas de querer entrar en trance prematuro, empezamos a empaparnos del
cambiante clima de Ladakh ( frío,calor,lluvia,calor,viento...) y de la gran
devoción y respeto que tiene la gente de esta región del himalaya por el
budismo tibetano.
Los días
fueron pasando y las enseñanzas, rituales, plegarias e iniciaciones nos fueron
dejando impresiones, sensaciones y pensamientos que son muy difícil de expresar
con simples palabras. Se podría resumir lo vivido en este 33 kalachakra con una
sola palabra: Julay!!!
En estos
movidos días tuvimos la suerte de poder celebrar también el 79 cumpleaños del
Dalai lama y compartir con él su deseo más grande: conseguir la paz interior
para expandir una paz mundial real.
Ese mismo día creamos un compromiso
personal con él y decidimos que, a partir de ese momento, íbamos a empezar a
recolectar día a día nuestros granitos de arena ( en forma de buenas acciones)
para que el deseo de este señor de pelo rapado y ojos rasgados, se transforme
en una montaña de esperanza y consigamos con ello dos grandes metas: mejorarnos
a nosotros mismos y mejorar el mundo en el que vivimos. ¿alguien se apunta?
Después de
esas dos semanas de budismo tibetano avanzado, nos despedirnos de nuestra
familia ladaki y nos empezamos a hacer a la idea de que teníamos que
enfrentarnos a la sabia afirmación de que todo lo que sube, tiene que
bajar...¿que significaba esto? Volver a poner nuestro castigado trasero en otro
aparato con ruedas que nos sacara por carretera de las montañas mas altas del
mundo...
La ruta de
Leh a Srinagar nos pareció una autovia de 5 estrellas comparada con el camino
de patatas que tomamos 15 días antes de Manali a Leh. Vistas espectaculares que
nos llevaron a bordear ríos y montañas y que nos dejaban ver en la distancia la
frontera con Pakistan.
Después de
unas 11 horas de viaje, llegamos a la capital de verano del estado de Jammu y
Cachemira: Srinagar. Una vez allí, el conductor de nuestro jeep nos introdujo
en los suburbios de la ciudad y nos presentó a un coleguilla suyo que
supuestamente tenía unos houseboats buenos, bonitos y baratos.... Jajajaja. Al
final resultó que no tenia houseboauts y para desculparse por las molestias, el
señor que manejaba el negocio, nos ofreció unas habitaciones deluxe con
humedades deluxe y con insectos y demás seres vivos extra deluxe. Debido a lo
tarde que era y a nuestra cansancio, no tuvimos opción de buscar otro sitio
menos deluxe y decidimos usar aquí por
primera vez nuestra mosquitera... Una vez colocada, nos mimetizamos
perfectamente con las otras telarañas del lugar y pudimos sobrevivir a esa
primera noche en Srinagar.
A la mañana
siguiente contactamos con un couchsurfer que nos iba a acoger y corrimos como
alma que lleva el diablo a sus brazos. Allí pudimos disfrutar de 2 días
maravillosos con una familia cachemira y pudimos vivenciar de primera mano la
gran actividad que se desarrolla dentro de los fantásticos lagos que se
esparcen por la ciudad ( pesca, cultivos ecológicos y mercados flotantes,
transporte con sikaras,etc).
En esta
parte del país, en donde aún se sigue percibiendo la tensión generada por los
antiguos conflictos entre Pakistan y la India, se puede conocer la india
musulmana, ya que gran parte de los cachemiros son fervientes y convencidos
musulmanes.
A pesar de que el conflicto esté mas tranquilo en la actualidad, se
puede notar una cierta tensión entre la gente y el ejercito indio, ya que
muchos de los cachemiros desearían construir una cachemira independiente. Ya
veremos que pasa...
Después de
estas dos semanas por el norte del país, se podría decir que hemos conocido y
vivenciado la India budista, la India musulmana y ahora nos vamos a Amritsar a
conocer la India Sikh.
Seguiremos
informando
Que bueno el blog flacooo! Conocer al Dalai Lama, que lujo! Que todo siga marchando de maravilla!
ResponderEliminarabrazos turcos y oléee!
mucho julay veo yo por ahi, elifandros! desde las tierras del vino y la tortilla de patata se os quiere y se os recuerda. seguir asi sin parar por vosotros y por todos vuestros compañeros. muchos besos julays
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